Hoy aprendí que el amor no existe. Es una enorme fantasía. Existen los amigos, los compañeros, los indudables y fantasiosos románticos. Pero el amor, no es nada. Una relación son dos personas que se aprecian mutuamente y que comparten intimidades. Desde sexuales hasta personales. A eso le llaman la entrega. La entrega no es dar todo de ti, apasionarte y caer perdidamente enamorada. Eso no existe. La entrega es el cambio de secretos íntimos entre las dos personas. Y saben que había vivido casi toda mi vida pensando que algún día llegaría alguien que en serio me amara, que se pudiera enamorar de mí, que supiera cuanto lo amaba. Pero creo que ese día nunca va a llegar. Hoy digo: me rindo. No voy a encontrar el amor. Voy a encontrar a alguien que sea una buena persona y que me aprecie y entienda como soy. Voy a encontrar a un amigo y confidente que quiera pasar buenos ratos de risas conmigo. Pero el amor? Nunca. No existe, es una verdadera fantasía.
“Si pudiera contar las lagrimas que he derramado por ti… no las podría contar.”
"Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad.
¿Te parece bien que te quiera nada más una semana? No es mucho, ni es poco, es bastante. En una semana se puede reunir todas las palabras de amor que se han pronunciado sobre la tierra y se les puede prender fuego.... Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado. Y también el silencio. Porque las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada.
Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama. (Tú sabes cómo te digo que te quiero cuando digo: «qué calor hace», «dame agua», «¿sabes manejar?», «se hizo de noche»... Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he dicho «ya es tarde», y tú sabías que decía «te quiero»).
Una semana más para reunir todo el amor del tiempo. Para dártelo. Para que hagas con él lo que quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura. No sirve, es cierto. Sólo quiero una semana para entender las cosas. Porque esto es muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón."
-J. Sabines
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