martes, 22 de noviembre de 2011

sin titulo.

Gritos. Dolor. Silencio. Y que eterno es el silencio. Tan cruel y profundo, tan sutil pero tan directo. Nunca mas oi hablar de ti. Nunca. Desapareciste con tu luz, con tus formas raras e inusuales de ser, dejándome a mi; a mi ser quien quiera ser: aburrida, sin encantos, sin magia. No se quien sea. Quien es ella? La que se ve en un espejo y no se reconoce? No. Ella es quien siempre supo quien era. No solo ella. El. El nunca se fue, nunca se perdió como siempre alegaba. Si tan solo viera lo que tenia a sus pies, si tan solo el se pudiera dar cuenta de lo que (talvez) aun no ha perdido. Dios! Como puedes perderlo en una semana, un mes, un siglo? Algo tan intenso, tan frágil. Tan tenso y certero. Ella cree, ella sabe. Ella sabe que el no la ama. No lo hace. Lagrimas, llanto, asqueroso y degradante sufrimiento. No lo hace. Y las lagrimas, el llanto y el asqueroso y degradante sufrimiento no van a cambiar eso.

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