miércoles, 14 de marzo de 2012

El escusado del infierno.

Recientemente fue mi cumpleanos, y mi novio me sorprendio con una cena en un lugar muy bonito. Todo era perfecto: comida deliciosa, mi familia presente, los regalos que recibi despues... Hasta que tuve que ir al bano.
Empezemos con el hecho de que no sabia como abrir la puerta. De esos momentos en los que piensas que la puerta se abre para afuera. La jalas con todas tus fuerzas y nada. Bueno, piensas, tal vez se abra para adentro. La empujas. Aun nada. OH, tal vez sea automatica, y estoy arruinando el sistema! Que tonta. Empiezo a saltar en frente de la puerta, buscando algun tipo de sensor de movimiento, hasta que llega la edecan del lugar (muriendose de la risa de mi pequeno acto) y me abre la puerta. Deslizarla. Como p-tos no se me ocurrio!!
Pasada la fase inicial de mi verguenza, me meti a uno de los cubiculos. (Cabe mencionar que sus puertas tambien eran corredizas. Fue lo primero que intente.) Apenas me empiezo a bajar los pantalones, cuando percibo que algo se mueve atras de mi. No, no es ninguna broma. Me sali inmediatamente. Y vi que la tapa del escusado se cerraba educadamente. A LA MADRE. LA TAPA SE MUEVE SOLA!!!!! Que tipo de bano es este... Me volvi a meter y la tapa se volvio a abrir. Mi sorpresa era absoluta.Bueno, me sente comodamente. Wow, la tapa estaba tibia. TIBIAA! LA TAPA SE HABIA CALENTADO SOLA. Pero mi sorpresa mas grande no fue esa: si no que, habia tantas opciones en os botones de al lado, que no sabia cual era para jalarle. Claro, como buena curiosa, aprete todos. GRANDE error. Salian chorritos de agua de todas partes, sorprendiendome! Claro que con la sorpresa me acabe levantando, pero los chorritos me seguian mojando y no sabia como apagarlos, y seguia intentando apagarlos apretando todos los botones que habia intentando apagarlos!!!!!!! Hasta que finalmente se rindieron.
Sali del cubiculo, tropezandome nuevamente con la puerta, y empapada de los malditos chorritos. Al llegar al lavabo, gire la manija para un lado. Nada. Para el otro. Nada. Ahora si no me va a volver a pasar. Seguro es para arriba. Claro que era. Pero la abri con tantas fuerzas que me termine de mojar.
Cuando llegue de regreso a mi mesa y me preguntaron que me habia pasado... ah no. No me preguntaron nada. Solo se rieron de mi y mi mama dijo: que tal el bano? No pude evitar morirme de la risa.

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